Cerveza: La Camaradería del Lúpulo

style="float: right; margin-bottom: 10px; font-weight: 600;"Fri 17th Oct, 2014

"Relax. Don´t worry. Have a homebrew"


El sol brillando sobre la costanera de Paraná una tarde de sábado es una invitación muy difícil de rechazar para cualquier persona que guste de los placeres de tomar una buena cerveza. Y cuando hablo de una buena cerveza estoy haciendo referencia a una artesanal, recién salidita de la chopera y con 3 dedos de espuma.

Por eso viajé a la capital de la provincia de Entre Ríos, al 7º Festival Internacional de la Cerveza Artesanal, organizado por la Asociación Civil Somos Cerveceros, con el único propósito de probar la mayor variedad posible de cervezas artesanales de producción nacional, y con la posibilidad latente de ser picado por el bicho del lúpulo y animarme yo también a hacer mi propia cerveza. Después de todo, muchos de los expositores presentes fueron asistentes curiosos en festivales pasados.

Es que una vez que uno se adentra en el mundo de la cerveza artesanal y empieza a conocer la gran variedad de estilos, obviamente degustándolos, se da cuenta que casi nada tiene que ver con el mundo de las cervezas industriales. Porque no sólo existen las rubias, negras o coloradas; cada una de estas variedades puede ser más cremosa, más fuerte o amarga, de cebada, trigo o ahumadas y servida obligatoriamente en una pinta sin escatimar la espuma, ingrediente que concentra la mayoría del sabor y cuya persistencia en el vaso nos indica la calidad del producto (cuando toman un vaso de cualquier cerveza industrial, ¿queda algún rastro de la espuma?).

También existen las cervezas artesanales industriales saborizadas con cítricos, frutos del bosque y otros que se fabrican en El Bolsón, pero no cuentan con la aprobación de esta comunidad, para quienes es un insulto que está a la misma altura que tomar vino con soda para los enólogos.

Y para adentrarse al mundo de la fabricación casera de cerveza, asistir al festival es un más que adecuado primer paso, ya que no sólo es ideal para que los cerveceros se capaciten, compartan información, experiencias y puedan intercambiar cada uno sus productos y consejos; sino que también puede ser la plataforma de despegue para cualquier persona que tenga el sueño de cocinar su propia cerveza pero no tenga la suficiente información de cómo hacerlo correctamente.

Si uno viene con la idea y las ganas, Somos Cerveceros ofrece toda la información necesaria para quien quiera embarcarse en este proyecto y el Festival es el lugar indicado para aprender; a partir del intercambio de experiencias y consejos de la comunidad cervecera. Porque la camaradería es un rasgo distintivo de esta comunidad a la que no le interesa encanutar sus recetas como lo haría mi abuela.
Sobre todo porque a la mayoría de los cerveceros su primera producción quizás no tuvo la calidad que esperaban (es un proceso muy metódico donde cualquier elemento mal esterilizado puede arruinar todo el producto final), pero el mayor valor está en no bajar los brazos y saber que hay una comunidad entera dispuesta a ayudarlos. Cualquiera de ellos les dará consejos, se ofrecerá a probar su producto para decirles qué están haciendo mal o bien, y cuáles son los trucos para darle el gusto deseado. Hasta conocí a un productor que le daba de probar su cerveza a una ex novia para tener una opinión lo más objetiva posible, ya que ella era sommelier de cerveza (sí, aparentemente existe esa profesión).

Y este año el Festival es Internacional porque contó con la presencia de un invitado de honor, el Gran Maestre de la orden de los Caballeros del Lúpulo, el maestro Jedi de los cerveceros, el señor Charlie Papazian, fundador de la Association of Brewers, autor del libro "The complete joy of homebrewing", considerado la biblia del cervecero, y sobre todas las cosas, principal inspirador y responsable de que la mayoría de los cerveceros presentes en Paraná se hayan dedicado a tan noble tarea. Y como no podía ser de otra manera, fue homenajeado con una cerveza especial hecha para la ocasión, la nueva Red IPA Argentina "Welcome Charlie", un elixir que estuvo a la altura del invitado y fue gratamente recibida por los presentes que nos quedamos con ganas de comprar unas botellitas para llevarnos debido a que la gran demanda agotó la producción destinada a la venta la misma noche del sábado.

El fin de semana se terminaba pero el domingo a la tarde tuvo su cierre con la fiesta, música en vivo, entrega de distinciones a los cerveceros, incluida la medalla al "Cervecero del Año", y obviamente, los stands de las cervecerías ofreciendo sus productos a los presentes. Lamentablemente no me picó el bicho del lúpulo, pero es un incentivo para esperar ansioso el próximo festival a ver si en una de esas se cruza en mi camino. Mientras tanto, tengo un año para seguir visitando distintas fábricas con la tranquilidad de saber que la producción de cerveza artesanal sigue en marcha y en muy buenas manos.

Para quienes quieran saber más sobre este maravilloso mundo pueden visitar la página de la Asociación www.somoscerveceros.com.ar y allí podrán consultar las cervecerías más cercanas a su domicilio. No sé por qué, pero generalmente en estos lugares suele haber una muy buena oferta gastronómica ideal para maridar con los distintos estilos.

Top Five:
1.- Victoria Secret de cervecería Kraken, una cerveza liviana y con mucho sabor a lúpulo.
2.- Rubia ahumada de Heim Bier, tendrán que visitar Paraná para conocer a este pequeño productor, pero el viaje vale la pena para darle un bocado a la espuma de esa cerveza.
3.- Red Ipa Welcome Charlie, una cerveza roja con el amargor justo. Quienes tengan un bar Antares cerca deberían darse una vuelta, para ver si quedó algo de esta cerveza homenaje.
4.- Cream Stout de Tía Loca, una típica stout con una espuma bien firme y cremosa.
5.- Barley Wine de Ancestral, un buen exponente de este estilo de cervezas fuertes con 12º de graduación alcohólica (por eso su nombre: vino de cebada).


Write a comment ...
Post comment
Cancel